Psicología

La maternidad supone un cambio en la mujer para la que es importante estar físicamente preparada, pero es más importante incluso prepararnos psicológica y emocionalmente. Incluso antes del embarazo, hay muchas mujeres que presentan problemas con la concepción o embarazos que no llegan a término y ésta puede ser una etapa realmente difícil para la salud mental de una mujer. Habitualmente la angustia de no conseguir el deseado embarazo suele darse en soledad, no queremos alarmar a amigos ni familiares, por lo que vivimos una época de angustia solitaria.

Pero también el embarazo es un periodo de vulnerabilidad y fragilidad emocional donde aparecen muchos pensamientos y sentimientos encontrados. Una vez más las mujeres tienden a ocultar sus miedos e inseguridades ante la alegría que despierta su estado en sus seres queridos.

Del mismo modo, la época de puerperio y los años de cuidado de niños la madre tienda a crearse ciertas expectativas que muchas veces no cumplen con la realidad y tienden a culpabilizarse y a llenarse de cargas emocionales que no consiguen gestionar por sí mismas.

Por todo esto la época de maternidad se presenta como una emocionalmente muy intensa y es importante encontrar a una profesional que entienda, y ayude a gestionar esta etapa. En Yummy Mummy contamos con un servicio de psicología clínica que ofrece sesiones individuales, personalizadas en un ambiente cercano y de confianza.

Compartir es una de los métodos más curativos del ser humano, cuando somos capaces de externalizar y explica nuestros sentimientos, y encontramos personas con las mismas preocupaciones que nosotras la angustia se disipa y ganamos confianza para disfrutar de todas las cosas buenas que el embarazo y la maternidad supone.

Por ello, en Yummy Mummy organizamos numerosas sesiones de Mummy Chat, un espacio donde un grupo reducido de mujeres en la misma situación se unen para compartir sus experiencias y poder construir juntas herramientas útiles para disfrutar esta época.

Cuando nos sentimos al 100% podemos ofrecerle a nuestro bebé lo mejor de nosotras, un apego y un vínculo afectivo tan fuerte que les ayude a relacionarse adecuadamente con el mundo.