Entrevista a Dra. Marcos, sexóloga

«Cuando terminé la especialidad me centré en la obstetricia y en el mundo hospitalario, me di cuenta de que mis pacientes sentían gran vulnerabilidad al hablar de su intimidad sexual y necesitaban un ambiente especial, de gran confianza para pedir ayuda.»

Bienvenida Dra. Marcos, es un placer tenerte en el equipo.  ¿Podrías hablarnos un poco sobre tu trayectoria profesional y qué te motivó a especializarte en sexología?

La salud sexual es un tema que me ha interesado desde siempre y, siendo sincera, se cruzó en mi camino en el momento adecuado. Cuando terminé la especialidad me centré en la obstetricia y en el mundo hospitalario, me di cuenta de que mis pacientes sentían gran vulnerabilidad al hablar de su intimidad sexual y necesitaban un ambiente especial, de gran confianza para pedir ayuda. Por eso sentí la necesidad de profundizar y seguir formándome en esta área. El paciente que comparte esta parte tan íntima se merece un apoyo y acompañamiento profesional y humano.

¿Cuáles son los mayores desafíos para las mujeres en el ámbito sexual y reproductivo durante el embarazo y postparto?

El ámbito sexual es bien distinto al reproductivo. Tradicionalmente la medicina se ha centrado únicamente en el ámbito puramente reproductivo, dejando de lado una parte importantísima de las personas que es su salud sexual. El principal desafío durante el embarazo y, sobre todo, el postparto, es poner el foco en la salud sexual. Es un momento idealizado puesto que vas a tener un bebé y “lo esperado” es estar feliz; sin embargo, también se produce mucho cambio para la pareja, tanto como pareja como para cada miembro de la misma, y esto crea malestar, sentimientos de soledad y frustraciones. Es esencial parar, colocarse, escucharse y conocer las necesidades y deseos de ambos para poder entenderse y respetarse. Esto, que suena tan bonito, no siempre es sencillo.

¿Cuáles son las preocupaciones que suelen tener las mujeres en cuanto a su vida sexual después del parto, y cómo las puedes orientar?

Las principales preocupaciones se podrían resumir en la falta de ganas y el miedo al dolor. Y esto es común para todas nosotras, las madres sexólogas también hemos pasado por ello. La sociedad identifica nacimiento con felicidad, pero no es el único sentimiento. La preocupación por el bienestar del recién nacido (pensar si está comiendo lo suficiente, si está ganando peso, si llora, si no hace caca….), las molestias físicas (el pecho, el suelo pélvico), el no terminar de reconocer tu nuevo cuerpo y por, supuesto, el dormir poco, forman un cocktail muy potente para causar malestar. En este contexto, ubicar la vida sexual se hace complicado.  Los sexólogos estamos muy sensibilizados con estos factores y damos recomendaciones para priorizar las necesidades en estos momentos y reencontrarnos con nosotras mismas y nuestras parejas de forma satisfactoria.

¿Qué estrategias recomiendas para fomentar la comunicación en pareja respecto a la sexualidad en el postparto?

Esta es la pregunta del millón. Sin duda la comunicación es esencial para una buena relación de pareja. Cuando esto ya está trabajado antes del embarazo es mucho más sencillo dar unas recomendaciones básicas para reencontrarse. Cuanto esto no ha sucedido, el postparto puede ser un momento de mayor dificultad, pero no es ni mucho menos imposible trabajar en la sexualidad siempre que haya buena disposición para ello.

¿Cuáles son las preocupaciones que suelen tener las mujeres en cuanto a su vida sexual después del parto, y cómo las puedes orientar?

Las principales preocupaciones se podrían resumir en la falta de ganas y el miedo al dolor. Y esto es común para todas nosotras, las madres sexólogas también hemos pasado por ello. La sociedad identifica nacimiento con felicidad, pero no es el único sentimiento. La preocupación por el bienestar del recién nacido (pensar si está comiendo lo suficiente, si está ganando peso, si llora, si no hace caca….), las molestias físicas (el pecho, el suelo pélvico), el no terminar de reconocer tu nuevo cuerpo y por, supuesto, el dormir poco, forman un cocktail muy potente para causar malestar. En este contexto, ubicar la vida sexual se hace complicado.  Los sexólogos estamos muy sensibilizados con estos factores y damos recomendaciones para priorizar las necesidades en estos momentos y reencontrarnos con nosotras mismas y nuestras parejas de forma satisfactoria.

¿Qué estrategias recomiendas para fomentar la comunicación en pareja respecto a la sexualidad en el postparto?

Esta es la pregunta del millón. Sin duda la comunicación es esencial para una buena relación de pareja. Cuando esto ya está trabajado antes del embarazo es mucho más sencillo dar unas recomendaciones básicas para reencontrarse. Cuanto esto no ha sucedido, el postparto puede ser un momento de mayor dificultad, pero no es ni mucho menos imposible trabajar en la sexualidad siempre que haya buena disposición para ello.

¿Cómo impacta la salud sexual en la salud emocional de una mujer durante la maternidad y el postparto?

La salud sexual pertenece a una de las esferas más vulnerables de los seres humanos, porque se trata de algo muy íntimo y que afecta profundamente a nuestra salud mental y calidad de vida. Durante el embarazo la mujer sufre una trasformación mental y pasa de tener un rol de mujer a tener un rol de madre. Y esta transformación es una realidad biológica, ya que existen cambios en el cerebro durante el embarazo que permanecen durante toda la vida. Durante los primeros momentos no estamos pendientes de nuestro estado físico (si estoy bien peinada o si me he hecho la raya del ojo). El instinto natural hace que sólo pensemos en si el bebé está bien y en intentar descansar. Esa protección hacia el bebé y esa necesidad de dormir hace que no nos veamos como la mujer que fuimos, y este sentimiento que produce muchos agobios hay que normalizarlo ya que es fisiológico y cumple una función adaptativa, que es proteger a nuestra cría. Poco a poco nos vamos recolocando y volvemos a escucharnos a nosotras mismas y a nuestras necesidades.

¿Cómo te gustaría colaborar con otros profesionales de la clínica, como obstetras, pediatras o psicólogos, para asegurar un enfoque integral para las pacientes?

El abordaje multidisciplinar es fundamental. Existe la creencia popular de relacionar genitales como único elemento de salud sexual. Y, a pesar de que los genitales forman parte de la sexualidad, se sabe que la salud sexual va mucho más allá de lo puramente físico. Me gusta explicar a las pacientes que podríamos comparar la salud sexual con una melodía tocada a piano. Cuando tenemos una dificultad en esta esfera debemos explorar cada nota para poder ver dónde se produce el desafino y saber qué tecla es necesario tocar para que vuelva a ser armónico.

Además de sexóloga soy ginecóloga y obstetra, por lo que abordo profesionalmente la maternidad y el postparto de una forma integral. Trabajar de la mano con especialidades como fisioterapia de suelo pélvico o psicología es clave en esta etapa de la vida.

¿Cómo ves la evolución de la ginecología y la sexología en los próximos años?

Por suerte creo que cada vez se le da más importancia a la salud mental, y la salud sexual es parte fundamental de ésta. Hace años era muy complicado consultar temas tan sensibles con determinados profesionales. Hoy cada vez somos más las personas sensibilizadas en estos aspectos.

¿Qué consejo les darías a las mujeres que están por ser madres en cuanto a la importancia de mantener un equilibrio entre salud sexual y salud reproductiva?

Que se escuchen, que se prioricen, que respeten lo que necesitan en cada momento y que intenten hacer de sus parejas sus aliados. El postparto es un momento delicado en este sentido porque sentimos muchas presiones externas e internas, y es muy frecuente ese sentimiento de “no estar a la altura” como madre o pareja. Es frecuente sentir que no llegamos a todo y esta presión hace que, en muchas ocasiones, bloqueemos la esfera sexual, que es una de las más sensibles.

Muchas veces no nos animamos a consultar por vergüenza, porque pensamos que no es un problema grave o porque sentimos que no es el momento adecuado. Me gustaría dejar claro que al sexólogo no sólo se va cuando existen graves trastornos, ya que también podemos ayudar con ciertas inquietudes y dificultades que nos surgen en el día a día.

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